lunes, 17 de marzo de 2014

MALDITO AJEDREZ

Un paso y después otro. Baldosas blancas, sí. Baldosas negras, no.No debo pisar la raya, de lo contrario ocurrirá algo terrible, irreparable.Tengo que esforzarme en poner toda mi atención en el paso siguiente.Es importante, no debo apartar la vista de la punta de mis pies. Pero no puedo resistirme y levanto la mirada, me enfrento a dos pozos sin fondo, negros, vacíos como el infinito….Son los ojos de la chica que se mece, sentada en un rincón chupándose el pulgar. Siento vértigo al mirar aquella profundidad, mi mente resbala y pierdo el sentido, noto el terror subiendo por mi garganta, como lava de un volcán, desde el estomago hasta la garganta, vomito un alarido que me asusta y me sorprende. Dos ángeles con batas blancas me sujetan por los brazos y me llevan volando hasta mi cama, me atan, les doy las gracias, me siento a salvo. No me levantaré más  ,no volveré a pisar las malditas baldosas negras.

1 comentario:

  1. Pues no es por nada, pero se me han puesto los pelos de punta.
    Un saludo.

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