sábado, 23 de octubre de 2010

LO QUE HE LEIDO ULTIMAMENTE


LOS CLAMORES DE LA TIERRA-(FULGENCIO ARGUELLES)
Los clamores de la tierra es la crónica histórica y literaria de los primeros años del trepidante reinado de Ramiro I (843-850), monarca constructor y vara de la justicia. Es una novela de amor y muerte, de intrigas y traiciones, de hogueras en honor de la madre luna y de hogueras encendidas para castigar a los disidentes pobladores indígenas.
Siguiendo el destino de un joven escudero y de personajes de todos los ámbitos sociales (reyes y peregrinos, monjes, príncipes del monte), el relato nos traslada a una época remota de nuestra historia. Un anciano rey, acosado por los supervivientes del viejo orden social, por las invasiones sanguinarios de los normandos y la constante amenaza de los musulmanes, intenta consolidar el proceso de feudalización iniciado en el reino visigodo de Toledo y acabar definitiva e implacablemente con los últimos astures de las montañas.
“Éstos son los clamores de una tierra que se quedó desnuda y herida, goteando noche, buscando un sitio en el aguacero del monte para acomodar el lloro de la luna”
EL ARTE DE LA RESURRECCCION-(HERNAN RIVERA LETELIER)
Domingo Zárate Vera, más conocido como el Cristo de Elqui, es un vagabundo que se cree la reencarnación de Cristo y que lleva diez años predicando por las tierras chilenas. Se entera de que en una de las oficinas salitreras vive una prostituta que siente veneración por la Virgen del Carmen y a la que sus clientes consideran una verdadera creyente. Domingo, que ya ha tenido una serie de discípulas-amantes, va en busca de ella para convencerla de que le acompañe en su sagrada misión de advertir a las gentes de la inminente llegada del fin del mundo.
Esta novela parece la epopeya de la miseria y el abatimiento, un canto a la evocación de la palabra y al delirio de la esperanza de aquellos que no tienen nada y hacen de su propio mundo de miseria y privación, un universo de colores y formas. Con él sentimos literalmente el polvo agreste del desierto y la necesidad del trabajador de las salitreras; el decoro, la emotividad y el anhelo de justicia de los más necesitados.
LA REINA ISABEL CANTABA RANCHERAS-(HERNAN RIVERA)
La sin par Reina Isabel, legendaria y emblemática prostituta de la Pampa chilena, consumió su juventud ofreciendo sus servicios los días de paga. Anduvo de salitrera en salitrera hasta llegar a La Oficina, la que sería la última explotación minera en activo. Ahora que ha muerto, la Ambulancia, la Malanoche, la Cama de Piedra, la Dos Punto Cuatro, el Poeta Mesana y el Astronauta, todos ellos integrantes de un insólito grupo de rameras y desheredados que la conocieron y amaron, se reúnen para rendir tributo a la memoria de una mujer entrañable, la que escuchó con ternura las cuitas de amores amargos y consoló generosamente a solteros y casados como si cada uno de ellos fuera el único hombre de su vida. Un mundo insólito y lejano, que va cobrando vida a medida que la narración avanza, acabará convirtiéndose en un lugar universal y mítico.
EL MUNDO-(JUAN JOSÉ MILLAS)
Este libro no cuenta una historia de principio y fin. Más bien cuenta anécdotas. No es una novela pero tampoco es una biografía en sentido estricto. Millas nos cuenta en sus páginas una infancia en Valencia y la posterior marcha a Madrid,la vida callejera de un niño y sus fantasías aventureras, nos habla de amistad y de amor no correspondido…pero también nos habla del frío, de la oscuridad de un tiempo de post guerra de su realidad, gris y opaca, y del sentimiento de soledad y desamparo. Recuerdos que marcan una vida y quedan en la memoria, por muy insignificantes que parezcan.
EL OTRO BARRIO-(ELVIRA LINDO)
Un golpe del azar puede cambiar para siempre una vida. Sobre todo si es una vida muy protegida, la que lleva un chico destinado desde que nació a recibir compasión. Huérfano de padre, rodeado de tantas madres como mujeres tiene cerca, Ramón Fortuna ve cómo un golpe inexplicable y salvaje del azar cambia su vida y amenaza con destruirla cuando está a punto de comenzar a vivir a los quince años.
De algún modo, contra la evidencia de la sangre derramada, Ramón sabe que es inocente: pero su tarea, al revés que en las películas o novelas de juicios, no será demostrar su inocencia, sino desprenderse de una parte de ella, librarse de los lazos y mentiras de los que fue rodeado desde que nació.

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